Y calentaba un sol pletórico y amante de nuestras pieles
acabábamos los días en la playa sonrojados
y nos felicitábamos por nuestros logros
jamás habíamos sido tan felices...y ahora ya nada ni nadie nos molestaría
el pasado oscuro quedó fulminado por la luz del lucero
y nuestras vidas cambiaban de color, de dimensión
tan solo bastaba con vernos cogidos de las manos
como una pareja recién enamorada
con un estandarte a mostrar:
la bandera del amor
Datos personales
- Daniel
- Barcelona
- Soy un poeta herido, pues mi ser más querido, mi madre, ha fallecido.Padezco desde el 14 de enero de 2006, y todavía recuerdo la espontaneidad de su carácter y toda su genialidad: Josefina Albero Quilez
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