Otra vez de nuevo un reencuentro con tu presencia
presente personalidad transcendente
tú que me observas desde lo lejos
tú que me dedicas tiempo hace años
solo por haberme parido... ya es suficiente motivo como  para escribirte de nuevo y no parar de dejar de soñarte
tu incondicional hijo, al que tú siempre apoyaste en los estudios...
te recuerda con fervor
y con la máxima de las ilusiones
con la esperanza de fundir espiritus
en la intimidad
en  la fe de la familia y en la fe del Señor